Es aproximadamente a partir de 2012 cuando los grandes diseñadores de moda deciden reinventar la mochila, dándole la gente el sobrenombre de mochilas de lujo.
Lo que hicieron fue cuidar cada detalle de la mochila para combinar -como en la práctica de la alta costura- colores, materiales, cortes, acabados e interiores de la forma más exquisita convirtiendo así lo que era un objeto masivo en uno exclusivo.
Se llegó al extremo que las diseñadoras Mary Kate y Ashley Olsen diseñaron en colaboración con el artista Damian Hirst, una mochila de 55 mil dólares, conocida como la mochila más cara del mundo.
Y como siempre suele suceder, a las grandes marcas les siguieron -y nacieron- muchas empresas que empezaron a tomarse las mochilas como un accesorio de estilo más. Y si empezaron con las mochilas para mujeres, poco tardaron en empezar a tomarse en serio las mochilas para hombre, que es lo que nos compete.
En Solohombre hemos sido testigos del renacer de las mochilas para hombre.
Quizá es demasiado aventurado por nuestra parte, pero podríamos resumir en tres los tipos de hombre según como llevan sus cosas. Tenemos al hombre que va con cartera de mano (con o sin asas), el hombre que va con bandolera o bolso y el hombre que va con mochila.
La mochila es usada por la humanidad desde la prehistoria, y sobretodo ha llegado hasta nuestros días gracias a la especialización que desarrolló para el montañismo y para las campañas militares, siempre planteadas para llevar elevadas cargas de peso.
El hombre que va o prefiere ir con mochila es una persona dinámica, que no es necesario que vaya en moto o en bicicleta, porque, sobretodo, entre peatones es el más fluído.
Es un hombre al que le gusta tener las manos libres... para reaccionar, para tener libertad de movimientos, para poder hacer algo más que ir llevando sus cosas.
Es un hombre que tira a discreto pues la mochila no le rellena la foto más que por detrás, esto quiere decir que en el fondo sí cuida los detalles, porque es como el buen corte de pelo por detrás. La mochila, forma parte de su rostro que mira de espaldas.
Un hombre visto por detrás con una mochila anticipa un encuentro, crea unas expectativas que deben ser las correctas para cada hombre, le da el estilo que "habla de ti sin palabras" (Christian Dior).
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